Equilibrio
El estrés sostenido no se queda en la mente: se siente en el cuerpo, altera tu sistema hormonal y agota tu energía vital.
Recuperar el equilibrio es volver a tu eje, regular la respuesta al entorno y habitar el presente con más claridad y menos tensión.
Los adaptógenos ayudan a modular el sistema nervioso, reduciendo la ansiedad, estabilizando el ánimo y cultivando una calma interna que se sostiene en el tiempo.